
El equipo de trabajo es una pieza fundamental para alcanzar el éxito con nuestros emprendimientos o empresas. Tener a las personas correctas es totalmente decisivo. El impacto es tan fuerte, que un mal equipo nos puede conducir a la ruina, mientras que un buen equipo simplemente no tiene límites.
1. BASARSE SOLO EN EL CURRÍCULUM.
Un error común en las empresas, es contratar personal solamente por su currículum. No podemos negar que la teoría es un punto importante, pero no puede ser el único filtro. Una empresa se enfrenta diariamente a problemas reales que requieren conocimiento y capacidad práctica para dar soluciones. Lamentablemente, nuestra sociedad se acostumbró a que las personas acumulen una serie de papeles que “demuestren” su capacidad para realizar un trabajo, cuando la realidad es diferente.
¿Cómo debe realizarse la selección del personal? Las entrevistas de trabajo son el primer filtro para conocer superficialmente a los candidatos. El tiempo de prueba es el segundo filtro, debe ser breve para determinar si la persona es apta para trabajar en la empresa. Su desenvolvimiento demostrará si puede poner en práctica el conocimiento teórico resolviendo problemas reales.
Para un funcionamiento apropiado del equipo de trabajo, las personas deben ser idóneas para el puesto. No se trata del volumen de un currículo, sino de la eficiencia a la hora de trabajar. La capacidad y eficiencia de una persona se mide por los resultados de su trabajo. La teoría es válida si ayuda a resolver problemas reales.
2. NO ESTABLECER OBJETIVOS NI FUNCIONES CLARAS.
La falta de organización conduce al caos. No establecer las funciones del personal y esperar que la empresa tenga éxito, es como decirle a una persona que vaya a la meta con los ojos vendados. Nunca llegará y probablemente tenga accidentes en el camino. Este es un error muy común en las empresas, dar por entendidos los objetivos, esperando que el personal entre en sintonía telepáticamente.
¿Cuáles son las funciones de cada integrante del equipo de trabajo? Una pregunta muy básica, incluso ingenua para algunos, pero en el trabajo diario se demuestra que es una piedra de tropiezo recurrente. El personal sin objetivos ni metas claras, ejecuta las funciones a medias. Cuando falta esa organización, suponer es el único camino. “Yo pensé que tenía que comunicarle a tal persona”, “Lo hice así porque no sabía con quién hablar”, “Es que a mí no me informaron eso”. Y así hay incontables situaciones reales, donde la falta de coordinación conduce al fracaso.
3. CONTRATAR “BIO ROBOTS” EN VEZ DE TALENTOS.
¿Qué es un bio robot? Un robot humano, una persona que solo cumple órdenes básicas sin pensar más allá. Se enfoca en hacer lo que le dicen, no genera propuestas, no tiene ganas de aprender ni crecer. Está programado para cumplir lo estrictamente necesario. Las empresas están plagadas de bio robots, que cumplen las funciones básicas y solo esperan recibir su sueldo.
Si queremos un equipo de trabajo exitoso, debemos conformarlo con talentos. ¿Cómo identificar a un talento? Se trata de una persona con visión y propuestas, capaz de enseñar y aportar al equipo de trabajo. Es especialista en su área, pero, su visión es lo suficientemente amplia, para descifrar planes exitosos para la empresa. La única forma de encontrar estos talentos, es poniéndolos a prueba, los resultados hablarán por sí mismos.
4. DESCONOCER QUÉ TIPO DE TALENTOS NECESITA MI EMPRESA.
Cuando los objetivos están claros, se necesita saber cuáles serían las personas idóneas para llegar a la meta. Con las personas incorrectas, no se puede avanzar. A continuación, veremos una anécdota sobre un proceso real de selección de personal:
Una empresa que procesa, transforma y elabora productos de carne estaba en busca de alguien que controle su calidad. Llega una muchacha decidida y muy animada a la entrevista de trabajo. Presenta un amplio currículo, y velozmente afirma que puede trabajar bajo presión, y enfrentar cualquier dificultad que se presente. El jefe, emocionado por el perfil de la participante, coordina para comenzar un tiempo de prueba. Es el primer día del periodo de prueba. Ella llega media hora tarde y acompañada de su novio. El jefe extrañado le dice: El periodo de prueba del trabajo es personal. Ella responde: Lo que pasa es que soy vegetariana, y necesito que otra persona haga las pruebas de la carne, porque yo no voy a poder. Pero por lo demás no se preocupe, soy la persona ideal para el cargo.
¿Sería conveniente contratar a esta persona para la empresa? Lo mejor sería que no, porque gran parte de su rendimiento dependerá del novio, así como la calidad de los productos. No cabe duda que la candidata tenía aspectos positivos, pero, definitivamente no era apropiada para trabajar en este rubro. Ahí radica la importancia de conocer el tipo de talentos que necesita la empresa. No solo basta con un buen currículum ni práctica en el área, también debe estar en sintonía con el rubro de la empresa al que desea ingresar.
5. PENSAR QUE TODOS EN EL EQUIPO SON IGUALES.
No todas las personas son para todos los equipos, ni todos los equipos son para todas las personas. Necesitamos aprender a medir el rendimiento y desempeño de cada miembro, para así comprender sus fortalezas y debilidades. Esto permitirá determinar si deberían formar parte del equipo.
Podemos comparar el equipo de trabajo con un ecosistema. En la naturaleza, los seres vivos presentan una amplia diversidad, pero cada uno tiene su razón de ser. Cada especie tiene una función en el ecosistema, por lo tanto, su participación es fundamental para mantener el equilibrio. Lo mismo sucede con un equipo de trabajo, cada miembro es diferente y tiene una especialidad particular. Cuando todos unen fuerzas y realizan su trabajo, el equipo funciona de forma equilibrada.
No esperemos que todas las personas en un equipo sean iguales. No contratamos bio robots, sino talentos. Así que cada uno aporta distintas ideas y perspectivas para crecer como empresa.
Existen muchos errores que pueden limitar el éxito y la eficiencia de nuestro equipo de trabajo. Nuestro deber como cabezas es identificar y mejorar los aspectos mencionados. Debemos recordar que no buscamos perfección en nuestro personal, sino talento, voluntad y ganas de aprender. Esas cualidades construyen un equipo eficiente y en sintonía con los objetivos de nuestra empresa.